Magnificat, magnificat, magnificat
Magnificate anima mea Domiinum
Magnificat, magnificat, magnificat
Magnificate anima mea Dominum
Jubilate deo omnis terra
Servite domino in laetitia
Halleluja, halleluja in laetitia
Halleluja, halleluja in laetitia
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término.
Cristo Jesús, oh, fuego que abrasa
Que las tinieblas en mí no tengan voz
Cristo Jesús, disipa mis sombras
Y que en mí solo hable tu amor
En aquel tiempo, Pilato dijo a Jesús:
«¿Eres tú el rey de los judíos?».
Jesús le contestó:
«¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?».
Pilato replicó:
«¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?».
Jesús le contestó:
«Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí».
Pilato le dijo:
«Entonces, ¿tú eres rey?».
Jesús le contestó:
«Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo: para dar testimonio de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz».
En tí confío Señor,
en tí, la paz del corazón.
En tí confío Señor,
en tí, la paz del corazón
» Para esto he nacido y para esto he venido, para dar testimonio de la verdad. «
*TIEMPO DE SILENCIO *
– Te pedimos, Señor, que inspires a los gobernadores y líderes de las naciones para que actúen con sabiduría, justicia y amor hacia todos, buscando siempre el bien común y el respeto a la dignidad humana.
– Señor, ten piedad de los más pobres y vulnerables, y abre nuestros corazones para compartir con ellos lo que tenemos, brindándoles no solo ayuda material, sino también esperanza y compañía.
– Te pedimos, Señor, por aquellos que viven en la oscuridad del pecado y el egoísmo, para que encuentren la luz de tu amor y puedan abrir los ojos de su corazón a la verdad y la bondad.
– Señor, fortalece a tu Iglesia en su misión de anunciar el Evangelio, que se mantenga fiel a tu palabra y sea signo de unidad, amor y servicio para el mundo entero
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